La condición urbana

La singular obra poética de Juan Calzadilla fue por mucho tiempo etiquetada como una poesía de la urbe o poesía urbana. Quienes así la clasifican, atinaron sólo parcialmente. Calzadilla no es un poeta de la ciudad en sí como pudieran serlo otros que recogen visiones o memorias de un grande y variopinto lugar de lugares. El verdadero interés del autor no es la urbe con la que intercambia sinsabores, a la que maldice y por la que es maldito en un acto simultáneo. Su punto focal es más bien el análisis verbal de la alienación permanente en la que el poeta existe e intenta decirse como sujeto urbano. Especial personaje—a la vez sujeto de la enunciación y sujeto del enunciado—al que no ha quedado más remedio, para sobrevivir otra jornada, que buscar un disfraz de sí mismo en el que su propio doble se sienta a sus anchas. Es este sujeto desasido el que toma la voz en el inagotable impulso de expresar su paradoja, su condición urbana y su permanente fuga de sentido, a través de un infinito monólogo fragmentado y vuelto a barajar por el curso mismo del tiempo. A contrapelo de un manual de urbanidad, Calzadilla hace en este libro una cartografía poética, recorriendo toda su obra, de ese espacio interior que cava la urbe en la autopercepción del sujeto urbano y en la palabra con que intenta desesperadamente decirla.

error:
Scroll al inicio